El significado de esta fruta se remonta a la América colonial, donde se relacionaba a la piña con la amistad, bienvenida y hospitalidad.
La piña representa lo exótico, lo fresco y, sobre todo, es
símbolo de bienvenida y hospitalidad desde tiempos coloniales. Según documentos
históricos, Cristóbal Colón descubrió la piña en su segundo viaje al Caribe en
1493.
después del descubrimiento de América fueron recibidos con
los brazos abiertos por los indígenas de las islas del caribe y con piñas o
ananás como símbolo de acogida, algunos de ellos inclusive las colgaban en las
entradas de sus pequeños bohíos como señal de bienvenida
También, por aquellos tiempos, cuando los marineros desembarcaban en un puerto, siempre buscaban casas con piñas colgadas en la puerta, sinónimo de comida o alojamiento.
En sus registros, escribieron sobre la curiosa fruta nueva, que tenía un exterior abrasivo y segmentado como una piña de pino y una pulpa interior firme como una manzana, y así nació el nombre de esta fruta en inglés; “pineapple”.
Era habitual encontrar piñas en los centros de mesa de la
América colonial. Las familias que celebraban algún tipo de eventos recurrían a
este fruto para dar a entender a sus invitados que eran bienvenidos a sus
casas.
La importancia de la piña quedó reflejada en la arquitectura
colonial. Todavía se pueden encontrar motivos de piñas en muchas casas
históricas y fincas del Sur de América. Normalmente aparecen en las entradas de
las viviendas, vestíbulos, escaleras, chimeneas… en definitiva, lugares de paso
donde era más frecuente que estuviesen los invitados. Pero también se pueden
ver piñas talladas en muebles, adornos, ropa de cama… se trata de un símbolo
muy arraigado que, tras la colonización, también se puede encontrar en Europa.